Una larga noche



Miro el reloj de la sala, no lo podía creer,  apenas  pasaban  las cinco de esa tarde lluviosa. La única luz que se filtraba por las ventanas era la de  los relámpagos
Sera una larga  tarde-noche, pensó.
Golpes y  gritos la alejaron de sus pensamientos. No tuvo tiempo de nada,   la puerta fue derribaba, tres sombras se introdujeron en la casa, las armas brillaban cuando se interrumpía la oscuridad
Dos hombres y una mujer con las caras cubiertas, la inmovilizaron exigiéndole dinero. Sin más,  señalo el lugar donde había guardado lo recibido por la venta de la casa de sus padres. No quería hacer ningún gesto ni movimiento en el que pudiera perder la vida. Sus planes desaparecían en manos de estos delincuentes
Abrieron cajones, el placard, llevándose no solo la plata,  sino también alhajas recuerdo de los niños, la notebook, celulares y todo lo que encontraban de valor. Uno de los hombres dio la orden de retirarse, la mujer iba  última, se detuvo bajo el marco  y sin más le disparó. Dolor y calor por la introducción de las balas, la sangre salía a borbollonees, todo había terminado
La luz del sol la calentaba su cara, ya no llovía, lentamente movió la cabeza para mirar a su alrededor, todo  en orden, estaba sola, salto de la cama, se llegó hasta el cajón y allí están los dólares.
Había sido una larga noche

Gardenia

La casa abandona




Todos los días pasaba por la puerta,  tantas caminando, años en bicicleta hacia el colegio, en los últimos tiempos en automóvil. La destrucción de la casa era cada vez más notoria, entre el desteñido y descascarado   no se reconocía el color en que se la había pintado, el óxido había invadido las rejas, las persianas siempre cerradas casi ocultas por la maleza.
Un martes temprano  se sorprendió  al ver una multitud de hombres trabajando, jardineros, pintores, poceros. Desde las ventanas abiertas podían verse algunas mujeres en el interior.
Con el correr de los meses  la reconstrucción de la casa la llevaba a su aspecto original, que casi no recordaba, paredes blancas, la herrería negra, aberturas barnizadas. El conjunto  imponente en tres pisos, su belleza sobresalía   en un barrio de casas bajas.
Un sábado cuando sacó a pasear su perro, fue  testigo de la mudanza
Los días siguientes en el recorrido habitual a su trabajo observaba la presencia de tres niños en el jardín, en ciertas oportunidades el portón daba paso a la salida de un gran automóvil.
Pero una  mañana la casa está rodeada de gente, un par de patrulleros, gritos y llantos  por doquier, a una ambulancia subían una camilla que transportaba un pequeño cuerpo.
Al regreso su madre le conto,   uno de los niños había salido corriendo y su propio padre lo atropello, causándole la muerte
La familia se mudó, la casa fue cerrada y  nuevamente se deterioró, han pasado muchos años y nunca más  fue habitada.

Gardenia




Abril, otoño (un año mas)

Mañanas frescas, algo menos por las tardes, todavía puedo caminar al trabajo, pero ya viene el invierno
Al pasar la puerta de casa fui dejando las muestras de ser desordenada, los zapatos en el piso, el portafolios sobre el sillón, al menos colgué el saco.

 La gata comienza a maullar, no, grita, estuvo todo el día sola, ahora nos haremos compañía
-uyy, el teléfono
-Hola corazón…… como estas?
-Bien – apenas me salían las palabras, por tal sorpresa
-Quiero verte, podes venir
-Que pasa?

-Necesito verte
- Dime donde?
Su respuesta fue mas sorpresiva aun.
En ese momento, desapareció el cansancio. Me di una ducha, debía ponerme el ambo, no quería dar explicaciones al sereno de la clínica.

Casi temblando llegue a su habitación
-Hola amor, acércate quiero verte
Hubiera desparramado miles de preguntas, pero no podía hablar. Verlo allí con todos esas conexiones, debía estar acostumbrada, pero cuando se trata de personas a quienes quiero, no puedo
-Aproveche la oportunidad de estar solo esta noche, le pedí al enfermero que me marcara tu numero, no me queda tiempo....
Le tapo la boa, tratando de impedir que hable, pero sigue
-….. tengo que decírtelo, permitime, el día que me aleje sabía este final y no quise que pasaras angustia y dolor. Necesito pedirte perdón por dejarte sola, que comprendas que lo hice por vos
Estira sus brazos para que me acerque, nos abrazamos, hizo lugar en la cama, para que me acueste a su lado
Abrazados, pasamos la noche, lo mire, lo acaricie, lo bese en la frente y en la mejillas cientos de besos, que me habían quedado
A las 6 de la mañana, entra el enfermero
-Doctora, despierte, despierte por favor....... Ha muerto

Gardenia

Llego la fecha -2-



Pasó el tiempo, el dolor disminuyo pero la tristeza sigue latente.
Hubo logros personales, nacieron los nietos.
La casa se lleno de de sonrisas, a cada paso un juguete a esquivar
En soledad revivía solo los  momentos alegres, el primer paseo por el bosque, los besos de  tiernos a apasionados, las graduaciones,  la boda, la compra de la casa propia,  el nacimiento de los hijos, el jardín de niños, la escuela primaria,caminar de la mano por la playa, el primer 0 Km, los hijos son profesionales,  el viaje soñado al caribe. Cuarenta años juntos, tantas cosas felices
Entre esos recuerdos, sin querer vuelven las mentiras, la infidelidad, el perdón no llego
Sube a su auto, recorre los 15 km hasta  el cementerio, compra flores y camina hasta la sepultura de Pedro
Entre lagrimas le agradece haber salvado su vida ese nefasto día.

Gardenia

Llego la fecha



Llegó el día, hacia seis o siete mese que lo habían acordado. Ella había dejado de confiar en el mismo momento en que se enteró del engaño. El daba señales de arrepentimiento,  demasiado débiles
Eran casi las 10 de la mañana cuando se levantaron, compartieron el desayuno casi en silencio.
 Pedro se duchó, remoloneo casi una hora antes de colocarse su uniforme, intentó  un beso que apenas rozo la mejilla de su  mujer, al partir a trabajar.
Belén, sola en la casa, las lagrimas acompañaron sus tareas domesticas, por la tarde agotada logro dormir un par de horas.
Cuando se marido regreso la hallo sentada en el parque en la oscuridad, le tomo las manos y nuevamente sufrió el rechazo
-Quiero ya una respuesta- grito Belén
-Hablemos- dijo él
-Basta ya todo se dijo
Sin esperar una respuesta, se levanto, entro en el dormitorio y cerro la puerta con llave
Inútiles fueron los ruegos de Pedro, que finalmente durmió en la cama que había sido de uno de sus hijos
Era viernes,  febrero,  amaneció temprano, la luz lo despertó. El dormitorio  seguía cerrada, aunque los golpes se intensificaban no había respuesta. Dado que se trataba de una puerta interna, no fue muy difícil forzarla y entrar. 
Se acerco, la respiración casi indetectable, sobre la mesa de noche un frasco de pastillas vacío.
Tomo el teléfono y llamo una ambulancia, mientras esperaba intentó RCP


Gardenia